25 DE MAYO DE 2003: NÉSTOR KIRCHNER ASUME EL GOBIERNO

Por Ángel Pizzorno

La Argentina venía de sufrir el descalabro del gobierno de la Alianza que nos llevó al borde de la desintegración social. Después de una maratón de presidentes provisionales, el último de ellos Eduardo Duhalde, convocó a elecciones para abril de 2003. La primera vuelta la ganó Carlos Menem con el 24% de los votos sobre la dupla Néstor Kirchner – Daniel Scioli, que obtuvo algo más del 22 por ciento. Menem se “bajó” del ballotage porque las encuestas auguraban su derrota. No hubo segunda vuelta.

El 25 de mayo comienza para Néstor el triple desafío de gobernar, ampliar la base política y reconstruir un país devastado.Todo lo afrontó con decisión y clara visión política. Desde el Frente para la Victoria, amplió el espacio propio con distintos sectores comprometidos en el proceso de cambio, practicando la transversalidad. Como lo había hecho Perón en 1946 y 1973. Néstor sabía que la clave de la construcción política es el consenso. Imprescindible cuando hay que gobernar en tiempos difíciles.

En apenas cuatro años redujo la indigencia, la pobreza y el desempleo a cerca de la mitad. Renovó la Corte Suprema de Justicia, anuló las leyes de impunidad llevando a los genocidas de la dictadura a juicio y consolidó la unidad latinoamericana junto a Evo Morales, Lula Da Silva, Hugo Chávez y Rafael Correa. Juntos tumbaron el proyecto
colonialista del ALCA. Y la cancelación de deuda con el FMI, le liberó las manos para retomar el sueño peronista de construir una Patria Justa, Libre y Soberana. Néstor nos dejó pronto, pero Cristina se puso al hombro la continuidad de la tarea.

Hoy además de enfrentar a los mismos reaccionarios de siempre, el gobierno de Alberto y Cristina también da
pelea a un enemigo inédito como es la pandemia. Una prueba de fuego donde se juega lo más valioso, la vida y la salud de nuestro pueblo. Sin ninguna duda que también saldremos airosos de este desafío. Como canta la calle “Néstor vive en el pueblo…”

25 DE MAYO DE 1974: FALLECE ARTURO JAURETCHE

Por Ángel Pizzorno

Nació en la provincia de Buenos Aires en 1901. Adhirió desde muy joven al yrigoyenismo, elección que luego pagaría con persecución y cárcel. En 1933 participa en la fallida insurrección armada contra el gobierno fraudulento de Agustín P. Justo.

En 1935 junto a otros correligionarios, funda y preside la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA). “Somos una Argentina colonial; queremos ser una Argentina libre”; dice el primer comunicado. Ante la entrega a la oligarquía del proyecto histórico del radicalismo por la conducción de la UCR, abandonan el partido. Muchos años predican en un país postrado y sin esperanzas.

En 1943 el Ejército al mando de un grupo de coroneles pone fin a la Década Infame. Pese a contradicciones menores, el gobierno de facto afianza el rumbo para reconstruir la Argentina bajo un signo soberano. Allí se destaca un militar que hará historia: el coronel Juan Domingo Perón. Los hombres de FORJA entre los que están Homero Manzi y Raúl Scalabrini Ortiz, ven con interés las medidas nacionales y populares del gobierno y apoyan las grandes líneas de la gestión.

El 17 de octubre de 1945 el pueblo gana la calle para liberar a Perón, detenido por un golpe palaciego. Entonces FORJA ve cumplido el sueño de que un gran movimiento de masas levante sus mismas consignas. Se disuelve y la mayoría de sus miembros se suman al peronismo. En el primer gobierno de Perón Don Arturo preside cuatro años el Banco Provincia, pero no es hombre de escritorio y renuncia. Sigue dando batalla política en defensa del gobierno popular.

A partir de 1955, los ex forjistas integran la Resistencia y enfrentan la dictadura gorila. Jauretche produce algunas de sus obras más perdurables: “Los profetas del odio y la yapa: la colonización pedagógica”; “Manual de Zonceras
Argentinas”; “El medio pelo en la sociedad argentina” y otros trabajos que demuelen los mitos liberales, que tanto daño hicieron a la construcción de una conciencia nacional. El 25 de mayo de 1974 falleció. Pero Don Arturo no hizo otra cosa que pasar a habitar en esos libros y charlas que le abrieron los ojos a varias generaciones de argentinos. Hoy, más vigentes que nunca.

18 DE MAYO: DÍA DE LA ESCARAPELA

La Escarapela Nacional Argentina fue creada en 1812 durante el Primer Triunvirato como distintivo en las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Fue a instancias de Manuel Belgrano, quien solicitó el uso de una escarapela nacional con el objetivo de uniformar al ejército revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos.

Es uno de nuestros símbolos patrios, junto al escudo, el himno y la bandera. Fue el primero de todos ellos. El que marcó, con su celeste y blanco, los colores de nuestra bandera.

Fuente: Argentina.gob.ar

11 de mayo de 1974: asesinato del Padre Mugica

Por Ángel Pizzorno

El Padre Carlos, Carlitos, el Padre Mugica… cualquier forma de llamarlo en el lugar que fuera, bastaba para reconocer a ese cura íntegro, jugado por su pueblo y declaradamente peronista, porque entendió que el Movimiento Nacional y Popular era la herramienta para hacer realidad los valores básicos que predica el Evangelio.

Ese día de otoño una lluvia de balas terminó con su joven vida cuando salía de la parroquia San Francisco Solano, en un barrio porteño. Los criminales integraban la banda terrorista Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y Carlos fue uno más de la larga lista de víctimas comprometidas con las luchas populares. Son muy conocidos los pormenores de su trayectoria y acercamiento al peronismo. Por eso, nadie mejor que él mismo para definir su pensamiento y acción.
La oración que sigue, fue escrita por el Compañero Carlos y es casi profética. No por difundida perdió vigencia.

“Señor: perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.

Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.

Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas de las que puedo no sufrir, ellos no.

Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.

Señor: yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga de hambre con su propia hambre.

Señor: perdóname por decirles ‘no sólo de pan vive el hombre’ y no luchar con todo para que rescaten su pan.

Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.

Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.

Señor quiero estar con ellos a la hora de la luz.”

Compañero Carlos, puede descansar en paz. Sus enseñanzas y su martirio no fueron inútiles. Estamos en el buen camino.

7 de Mayo de 1919: Nacimiento de Evita

Por Ángel Pizzorno

Eva Perón pasó por la historia como un huracán, pero sembrando bienestar a nuestro pueblo y conciencia política y social. Con el peronismo y su Conductor el entonces Coronel Perón a la cabeza, Evita simbolizó la intrusión de la Argentina humilde y sobre todo de las mujeres postergadas en ese país semicolonial, humillado por la oligarquía vende patria. Los trabajadores que buscaban su organización y su destino, los encontraron el 17 de octubre de 1945, sellando un pacto de lealtad que duró hasta la muerte del Líder y continúa en nuestros días, en cada lugar que se levantan sus banderas.

Evita encarnó roles que a Perón le estaban vedados por su condición de Presidente de la Nación y por eso, ella fue blanco de los odios más bajos de las minorías que se negaba a resignar privilegios. Esa Argentina anterior al peronismo, es la misma que hoy envejecida y mezquina, sigue saboteando a las inmensas fuerzas creativas de nuestro pueblo, que sólo aspira a vivir y crecer en paz, con dignidad, aunque no lo dejen.

Evita desplegó todo su potencial no sólo en la acción social que fue enorme, sino que batalló sin descanso para terminar con la postergación de la mujer desde la política, conduciendo el Partido Peronista Femenino; desde lo institucional, porque por primera vez las mujeres ocuparon puestos legislativos y ejecutivos, conquistando leyes que equipararon a la mujer con el hombre. Condición impostergable para afianzar la Patria Justa, Libre, Soberana y Democrática. Sin duda, si Evita pudiera ver hoy el empoderamiento de la mujer argentina en los últimos años, estaría orgullosa de esa siembra que comenzó hace décadas. Su amor por nuestro pueblo no fue debilidad, su intransigencia no era odio; ambas pasiones fueron convicción y confianza en el Proyecto Nacional y Popular. Su ejemplo
militante y sus enseñanzas hoy están más vivas que nunca.

Abanderada de los Humildes

Por Patricia Mendía (*)

Un 7 de mayo de 1919, hace 102 años nacía Ella, la inmortal Evita, la que vive en el corazón del Pueblo argentino. Pasaron los años y la compañera de vida del General, está más viva que nunca.
¡¿Cómo no estarlo?!!!! Gracias a su incansable lucha por los derechos sociales y laborales, los humildes, “sus Descamisados”, tuvieron a través de la Fundación Eva Perón la construcción de hospitales, escuelas, viviendas, hogares de ancianos y de tránsito, turismo social creando colonias de vacaciones, soluciones a problemas de salud, desamparo, o laborales y pensiones a la vejez. Por la ayuda solidaria a más de treinta países es reconocida a nivel internacional y fue condecorada por diecisiete países.
¡¿Cómo no llevarla para siempre en nuestra memoria y en nuestro corazón?!!!! Por Ella las mujeres argentinas tenemos Documento Nacional de Identidad y derecho a voto. Ella nos marcó el camino para hacernos valer en la escena política.
Evita, la más ferviente y apasionada Mujer Peronista, es una de las razones de que nuestro Pueblo tomara conciencia de sus derechos y valentía para defenderlos.
Eva, te ama el Pueblo Argentino y te odia la rancia oligarquía con olor a bosta.
Eva, con vos no hay términos medios ni mucho menos lugar para el tibio mediopelo.
Eva, podés estar tranquila que recogimos tu nombre y permanentemente seguimos llevándolo como bandera a la Victoria.

(*) Militante