JOSÉ LUIS CONTRERAS RECORDÓ A ANTONIA IRAOLA, UNA DE LAS FUNDADORAS DE MADRES DE PLAZA DE MAYO

El concejal del Frente de Todos, José Luis Contreras, recordó la figura de Antonia Iraola, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, quien falleció el pasado jueves 3 de noviembre, a los 99 años de edad.

Durante su alocución, el edil relató: “Antonia sufrió la desgarradora desaparición de su hijo Ignacio ‘Corcho’ Cisneros, de 29 años, que el 15 de febrero de 1977 fue secuestrado por un grupo de tareas perteneciente al comando del tercer cuerpo del Ejercito. Sin dudar un instante, en esas circunstancias Antonia se convirtió en una de las primeras mujeres que se animó a dar las ‘Rondas de las Madres’ frente a la Casa Rosada, exigiendoa la dictadura cívico-militar ¡aparición con vida!”.

En ese marco, el integrante del Espacio Abierto Juntos por Quilmes y el Frente de Agrupaciones Peronismo Para Todos también señaló que “el joven Ignacio fue cantor y guitarrero. Pero además, en esos años se había recibido de ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de La Plata, llegando a ser secretario académico de la facultad durante el gobierno de Héctor Cámpora. Luego, tras ser perseguido por la Triple A regresó a Córdoba con su familia; pero los genocidas dieron con su paradero y ejecutaron su secuestro”.

“Cabe destacar –continuó- que María Antonia Iraola de Cisneros nació el 9 de julio de 1923 en Sancti Spiritu, provincia de Santa Fe. Tiempo más tarde conoció a su marido, Manuel Cisneros, con quien decidió radicarse en la provincia de Córdoba. Allí, Antonia se convirtió en un emblema de los Derechos Humanos, tras encabezar desde Río Cuarto al grupo de mujeres que se congregaron en la Plaza de Mayo a reclamar por sus hijos”.

Y agregó que “por su consecuente labor y lucha en el año 2018 fue declarada Ciudadana Ilustre de la ciudad cordobesa de Río Cuarto; ocasión en que dejó inmortalizado su doloroso testimonio: ‘fui a Buenos Aires, al Ministerio del Interior, con colas tan interminables de mujeres. Hablando unas con otras ¿vos a qué venís?. Era tal la desesperación, la soledad, el miedo, el espanto que teníamos, pero había que salir. Había que ir a buscarlos de cualquier forma’. Agregando que ‘un buen día vinieron las Fuerzas de seguridad y nos dijeron que teníamos que circular, nadie se quería mover. Así que nos pegaban en la puntita del codo con el machete, tuvimos que empezar a circular, ¿y qué hacemos?, vamos a dar la vuelta a la plaza. Ese fue el inicio de las rondas de las madres. Doy fé porque me tocó vivirlo’”.

“En suma, Antonia nos legó un ineludible compromiso de lucha por Verdad, Memoria y Justicia, para cada uno de los 30 mil detenidos-desaparecidos por la dictadura genocida. Lo que quedó traducido en su ejemplo de vida y militancia incansable por los Derechos Humanos; pero además como referente de la rama femenina del Partido Justicialista de su ciudad adoptiva de Río Cuarto”, concluyó.